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“Si me permiten hablar…”. Testimonio de Domitila Barrios

Christian Reynoso

Publicado: 2019-03-26

Si me permiten hablar… Testimonio de Domitila, una mujer de las minas de Bolivia (1977), de Moema Viezzer (Brasil, 1938), es el libro de la bibliografía boliviana que más ha sido difundido en el mundo, con más de catorce traducciones en su haber e innumerables ediciones. Esto se debe a la potencia del discurso de la testimoniante, Domitila Barrios de Chungara (1937-2012), esposa de un trabajador minero de Siglo XX, el distrito minero de estaño más importante de la Bolivia de los años cincuenta. 

Domitila cuenta con su especial entonación, giros lingüísticos y vocabulario propio, su travesía desde la niñez y adolescencia hasta instalarse en Siglo XX como esposa de un minero. Allí, ante las miserables condiciones de vida, los bajos salarios y la continua represión de los gobiernos de turno, empezó a inmiscuirse en la vida dirigencial a través del Comité de Amas de Casa, para finalmente comprometerse ―sorteando el recelo de su marido― en la lucha por la defensa de los derechos de los trabajadores mineros, en pos de alcanzar justicia y una mejor vida para ellos y sus familias.

Esta lucha le costó sufrimiento, encierro y muerte. Perdió hijos, uno de ellos nació muerto mientras daba a luz en la cárcel donde fue torturada; fue acusada de comunista; tuvo que afrontar el exilio sin su familia en Suiza; la ruptura posterior con el marido; vivir con el miedo permanente de la persecución; afrontar la disyuntiva de la responsabilidad como madre o como dirigente. Sin embargo, también le permitió alcanzar un liderazgo que trascendió las fronteras, especialmente cuando salió de Bolivia en 1975 para participar en México en la Conferencia del Año Internacional de la Mujer de las Naciones Unidas. Allí llevó su voz para exponer la situación por la que atravesaban las mujeres y los trabajadores de Bolivia. Allí fue que pidió la palabra y dijo: “Si me permiten hablar…”, y habló.

Vino entonces el interés de Viezzer por Domitila y fue así como nació el libro. Empezó a ser leída en la región y en Europa. En Perú circuló una versión pirata. Y Domitila y su historia de vida se convirtieron en un referente para las clases trabajadoras y para el ámbito académico.

El testimonio de Domitila no solo permite conocer la situación que atravesó ella y miles de mujeres y mineros bolivianos, sino permite acercarse a la historia política boliviana de las décadas del 50 al 90. Pero la particularidad del testimonio es que Domitila no solo cuenta sino que interpreta la realidad desde su visión popular. Entonces emerge su lectura política de los hechos y las claves para entender a su país y, por extensión, a Latinoamérica. Este conocimiento y experiencia la llevó luego, en la década del noventa, a crear la “Escuela Móvil Domitila” a través de la cual formó y creó conciencia social en las nuevas generaciones.

Este revelador libro se circunscribe dentro de la extensa bibliografía de índole testimonial en Hispanoamérica, hoy más en boga con los estudios de Género. Se adelantó, incluso, al famoso libro Me llamo Rigoberta Menchú y así me nació la conciencia (1982) de Elizabeth Burgos, tan estudiado y citado en las universidades. Equivalentes en Perú a este testimonio tenemos, por ejemplo, Soy Señora, testimonio de Irene Jara (2000), de Francesca Denegri, acerca de la realidad de una mujer proveniente de la mina Algamarca en Cajamarca; o el testimonio de Giorgina Gamboa, la mujer ayacuchana que fue violada por los sinchis en el contexto de la violencia política, recogido por la CVR, y que valdría la pena ser editado como libro independiente.


Escrito por

Christian Reynoso

Escritor y periodista peruano. Magister en Literatura Hispanoamericana. Autor de novelas y libros de investigación y ensayo.


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