Un poema desconocido de 1957, de Oswaldo Reynoso
Christian Reynoso
El 24 de mayo pasado se cumplieron tres años de la partida de Oswaldo. Doy a conocer un poema suyo, prácticamente desconocido ―posterior a la aparición de su poemario Luzbel (1956)― que lleva por título “Responso para un pequeño combatiente”, el cual se publicó en Honda Tierra, Cuaderno de Poesía, Nro. 2, Jauja, 1957. Este cuaderno era editado por los poetas Jaime Galarza Alcántara y Algemiro Pérez Contreras. Otros poemas que aparecen corresponden a Manuel Moreno Jimeno, Cecilia Bustamante, Juan Gonzalo Rosé, Marcos Yauri Montero, Javier Sologuren, entre otros.
Responso para un pequeño combatiente, por Oswaldo Reynoso
Un sabor de durazno amanecido
recién maduraba en tu rostro
y te mataron cuando mirabas la tarde!
Te gustaba morder dulcemente un clavel
a orillas de la noche mientras cogías
del cielo un pájaro estrella
pero te mataron cuando mirabas la tarde!
Tus manos hacían veleros de papel
y la nieve escribía con fuego
en tus ojos la biografía de una niña
y te mataron cuando mirabas la tarde!
En las noches tus pies desnudos
iluminaban la hierba y tu pecho ardía
al contacto con el viento frío
pero te mataron cuando mirabas la tarde!
Y esa tarde abriste tu cuaderno de sangre.
Y esa tarde sembraron el dolor
en todos los surcos
y tocaste las campanas de junio.
Y esa tarde una bala rubricó
en tu frente
los cascos de la muerte.
Las estrellas lloraron en tu tumba.
El maíz mostró sus puños de sangre.
Las niñas que te amaban
bajaron de la escuela
con las trenzas deshechas
rompieron sus mandiles y pizarras
besaron tus heridas
y con agua de luna
lavaron tu cuerpo niño.
¡Y te mataron cuando mirabas la tarde!
En Honda Tierra, Cuaderno de Poesía, Nro. 2, Jauja, 1957. p. VII.