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Paniagua

Christian Reynoso

Publicado: 2019-10-15

El 16 de octubre de 2006, falleció Valentín Paniagua Corazao, tal vez el político y presidente peruano más decente de los últimos veinte años de nuestra historia, si consideramos la situación actual en la que se encuentran los expresidentes peruanos: presos o acusados de corrupción o muerto uno de ellos ante la inminente encarcelación. 

Paniagua, nacido en 1936 en Cusco, como presidente del Congreso que era en el año 2000 tuvo que asumir la presidencia del Perú tras la fuga y renuncia vía fax de Alberto Fujimori. Estuvo al frente del país por un período de ocho meses hasta las elecciones de 2001 que dieron la victoria a Alejandro Toledo.

El breve mandato de Paniagua confirmó su honestidad política y lo hizo popular, pero no lo suficiente como para ser elegido posteriormente por el pueblo peruano. Puesto que, en las elecciones del 2006 al presentarse como candidato a la presidencia del Perú por el partido Frente de Centro, quedó en quinto lugar de las preferencias. Alan García fue el elegido.

En marzo de 2006, le hice una entrevista en Puno, para la revista Cabildo Abierto de la Asociación SER. Paniagua había llegado para participar en un mitin como candidato presidencial. A su arribo a Juliaca había sido pifiado. Lo acusaban de haberse opuesto en su gobierno a la construcción de la carretera Interoceánica y por tanto de postergar a Puno, cuando lo cierto era que solo había dado trámite a la exigencia de la Corporación Andina de Fomento que había pedido un estudio de prefactibilidad de dicha carretera. Desde luego, Paniagua se encargó de aclarar el tema en su visita, pero ya la opinión pública local lo había condenado. En los últimos años, nos enteraríamos de los negociados de Toledo y García con Odebrecht por la Interoceánica.

Entre otras cosas, en medio del contexto electoral que se vivía entonces y que hoy resulta actual, Paniagua dijo: “Es necesario alentar a que la gente participe en política. Yo siempre digo, cuando hablo con los jóvenes, que si quieren militar en partidos, lo hagan pero con el cometido de cambiarlos y modernizarlos”. Hoy, que se habla de una tendencia de políticos jóvenes quienes dirigirán el Perú, vale la pena tener en cuenta sus palabras. Asimismo, sobre la debilidad de los partidos políticos en el país, Paniagua dijo: “En este país, hace muchos años la gente decía, la solución es una Ley de Partidos, que quite a las cúpulas partidarias la posibilidad de designar candidatos; y sin embargo, yo digo, que a veces el método democrático puede ser muy peligroso. Por ejemplo, en Acción Popular, por un democratismo absurdo se ha establecido que todos los candidatos se elijan, haciendo que las bases reivindiquen ese poder para sí. Pero yo me he opuesto, porque me pregunto si eso será lo más conveniente para un partido. Sucede que hay muchos hombres valiosísimos para ser incorporados al partido, pero no pueden hacerlo porque no son elegidos, y eso me parece absurdo”. Un punto de vista que hoy puede resultar polémico y que abre la discusión, siempre inacabable, de quienes sí y no pueden representarnos mejor en la política.


Escrito por

Christian Reynoso

Escritor y periodista peruano. Magister en Literatura Hispanoamericana. Autor de novelas y libros de investigación y ensayo.


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