La libertad de la palabra. Una visita al penal de Puno
Christian Reynoso
El Ministerio de Cultura (MC) y el Instituto Nacional Penitenciario del Perú (INPE) ejecutan un programa de rehabilitación a través de la lectura. Se trata de un convenio creado en 2018, por el cual se lleva a los penales del país diversos libros de autores peruanos para que estén al alcance de los internos. Posteriormente, el autor sostiene una charla con ellos. Así, los internos-lectores pueden discutir y acercarse a la obra con el propio autor, además de mostrar sus aptitudes literarias, ya que el programa fomenta también la escritura creativa y eventualmente la publicación de los textos. A este programa lo han bautizado como el Club de Lectura “La libertad de la palabra”.
Hace dos semanas, a través de la Oficina Desconcentrada del MC en Puno, participé de este programa en el Establecimiento Penitenciario de Puno, más conocido como el penal de Yanamayo. Los internos integrantes del club habían recibido con anterioridad ejemplares de mi libro Los ojos de la culebra (Editorial Hijos de la lluvia, 2019). Un relato largo que tiene como telón de fondo el violento mundo del contrabando en el altiplano peruano, visto por el personaje narrador Azucena, una prostituta limeña que llega a Juliaca para trabajar en el famoso burdel El Fogón Chino.
Luego de las palabras de bienvenida a cargo de las autoridades del penal como de la oficina del MC Puno, se inició la charla con los cerca de 20 internos participantes del programa. Siendo algunos de ellos sociólogos, economistas, profesores de literatura, expolicías, exautoridades, profesores universitarios y músicos, la conversación en torno al libro no solo versó desde la óptica de la literatura, sino desde el aspecto social, político, periodístico y estético. Por ser el tema del libro actual y latente en la realidad del altiplano, de la que los internos estaban al tanto, la aceptación, pero también el rechazo a las claves del relato hicieron que el diálogo se tornara rico e interesante. Todo en un ambiente de respeto mutuo y cordura.
Entre los internos que participaron pude reconocer a algunos de la vida política puneña. En especial Alberto Sandoval, en quien me inspiré para crear a “Toro Sandoval”, un personaje de ficción en mi novela El rumor de las aguas mansas (Peisa, 2013), en torno a los hechos del asesinato del alcalde de Ilave, ocurrido en 2004. También estuvo presente el hoy suspendido presidente regional de Puno, Walter Aduviri, a quien ―según el reclamo de otro interno con relación a la censura de algunos libros―, se le había prohibido el ingreso del libro La batalla por Puno (2004) del historiador José Luis Rénique. Este hecho llamó mi atención, porque sin duda, este libro que es el más serio para conocer la historia política de Puno en los siglos XIX y XX, no tendría por qué sufrir censura. Ante el reclamo, el director del penal se comprometió a tomar las medidas pertinentes.
La charla culminó con la intervención de un par de internos-cuentacuentos y la participación del grupo Fusión Andina, compuesto por siete internos que soplaban, guitarreaban y cantaban canciones de música latinoamericana y cumbia, mientras que otros internos pedían a los funcionarios del INPE que registraban la actividad que les tomaran fotos mientras les firmaba los libros.
Escrito por
Escritor y periodista peruano. Magister en Literatura Hispanoamericana. Autor de novelas y libros de investigación y ensayo.