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Patricia de Souza: avanzar en la oscuridad sin tener miedo

Christian Reynoso

Publicado: 2019-10-29

Encuentro en mi biblioteca la novela Ellos dos (Editorial San Marcos, 2007) de Patricia de Souza, escritora peruana que acaba de fallecer en Francia, a los cincuenta y cinco años. Releo algunas de sus páginas y encuentro los subrayados que, entonces, captaron mi atención. Recuerdo que también leí otra de sus novelas, El último cuerpo de Úrsula (2000), pero no logro encontrarlo. Se me viene el chispazo que tal vez lo presté sin que me lo hayan regresado. 

Busco sus libros para leerla nuevamente. Ese es tal vez el designio de los escritores tras su muerte. Solo nos quedarán sus libros y sus palabras y lo que puedan decirnos como si fueran ellos y no sus personajes, para no sentir que se han ido.

Conocí y conversé con Patricia un par de veces en Madrid hace muchos años, pero no volvimos a tener comunicación. Con los años llegaban noticias de sus libros, ensayos y opiniones, muchas veces polémicas y siempre con una visión crítica y política y en torno al papel de la mujer en la sociedad. Sin embargo, más allá de estas noticias, creo no equivocarme al decir que su obra no ha sido todavía leída en el Perú de una manera completa ni mucho menos estudiada, tal vez por cosas de difusión editorial o proximidad. Sea entonces razón para que hoy sus libros se reediten y lleguen a más lectores.

En Ellos dos, que es la historia del término de una relación entre un hombre y una mujer y lo que ello acarrea en cada uno, De Souza explora a través de la voz femenina del personaje narrador, los contrastes entre felicidad y ruptura, que se alzan cuando las pasiones echan a andar. Al mismo tiempo, nos muestra el mundo interior e íntimo del personaje en el proceso del duelo, con un lenguaje que en muchos pasajes resulta poético.

Casi a modo de confesión, De Souza dice a través del personaje: “Siempre he girado en torno de algo o de alguien, de un cuerpo, de una presencia. Casi me es imposible saber quién soy si no cuento con eso…” (pp. 92-93). Más adelante, añade: “…toda persona que es capaz de amar hasta dañarse, tiene algo de ángel, pero todo ángel tiene algo de aterrador, igual que el poema de Rilke” (p. 109), que cita como epígrafe de la novela.

Hace también una reflexión sobre la escritura y la búsqueda de verdad: “En la literatura como en todo existen los fracasos oficiales y los fracasos privados. Los privados son los más dolorosos, porque nos confrontan con nuestra parte más vulnerable y nos desnudan frente a nosotros mismos. Yo, en mi lucha privada por decir la verdad, como otras mujeres vulnerables, trataba de avanzar en la oscuridad sin tener miedo” (p. 79). Una verdad que se ajusta a la propia escritora.

La muerte de Patricia de Souza, nacida en Coracora, Ayacucho, en 1964, es una triste perdida para las letras peruanas. Sentido pésame a sus padres, hermanas y familiares.


Escrito por

Christian Reynoso

Escritor y periodista peruano. Magister en Literatura Hispanoamericana. Autor de novelas y libros de investigación y ensayo.


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