Conversación en La Catedral de Puno con W. Cano
Christian Reynoso
Sin duda, quienquiera que haya viajado a Puno habrá quedado impresionado con la fachada de la Catedral, ubicada en la plaza de Armas, acaso por su singular belleza y arquitectura. En efecto, este monumento que data del siglo XVIII, fue ―y tal vez sea― el símbolo más importante de los pobladores mestizos de la ciudad. Como contraparte, a pocas cuadras, en el parque Pino, se levanta la iglesia San Juan o Santuario de la Virgen de la Candelaria, entonces el lugar religioso destinado a los indios. Hoy, ambos templos se unen a través del pasaje peatonal Lima y acogen a la feligresía, más allá de los estamentos sociales de entonces.
Existen numerosos estudios en torno a la historia, construcción y arquitectura de la Catedral de Puno, elevada a Basílica Menor en 1965. Uno de ellos es el que corresponde a Washington Cano, quien publicó el libro La catedral de Puno. Obra arquitectónica del siglo XVIII, en Edición Moreno, en La Plata, Argentina, en 1952. Un libro de bella factura, hoy prácticamente inhallable, que tuve la suerte de encontrar en una tienda de viejo. Si bien, el libro no consigna la fecha de publicación, en otro libro de Cano (disponible en Internet), publicado en la misma editorial, titulado El lago Titicaca. El más alto navegable del mundo (1952), se consigna 1952 como año edito de La catedral de Puno.
Washington Cano fue abogado y doctor en Historia, Filosofía y Letras. Ejerció el cargo de presidente de la Comisión Departamental de Puno, del Consejo Nacional de Conservación y Restauración de monumentos históricos. De esta cantera proviene la información y estudio que hace en su libro. También fue director de la Beneficencia Pública de Puno en 1930 y miembro de la Sociedad Geográfica de Lima y presidente del Centro Geográfico de Puno. Publicó Las civilizaciones preincaicas en el antiguo Perú (1922) que fue su tesis para optar el grado de doctor; e Historia de los límites del Perú (1925). Entre otros libros que ignoramos si llegaron a publicarse se mencionan: La religión en el imperio de los incas, Las Chullpas de Sillustani, El templo de Zepita, y El templo de San Gerónimo de Asillo.
La Catedral de Puno se divide en tres secciones: un estudio analítico-descriptivo, uno histórico y uno arquitectónico que, en conjunto, ofrecen un exhaustivo corpus de las características e historia del monumento. Incluye asimismo un glosario de los términos de arquitectura usados y un apartado con fotografías de la Catedral, especialmente de la fachada, de la autoría de J. J. Arguedas. El autor en las palabras iniciales reclama que, pese a que en Puno “existen notables obras arquitectónicas de la época virreinal, desperdigadas en las ciudades, pueblos y villorrios” (p. 9), algunas olvidadas y abandonadas, estas pasen desapercibidas en los estudios del arte peruano. Esta realidad descrita por Cano parece que hoy en día sigue ocurriendo. En ese sentido, valga la oportunidad para llamar la atención sobre el tema en las celebraciones por el 351 aniversario de Puno que se celebra estos días.
Escrito por
Escritor y periodista peruano. Magister en Literatura Hispanoamericana. Autor de novelas y libros de investigación y ensayo.