Keiko Fujimori sabe que si no gana las elecciones del próximo 6 de junio, irá a la cárcel. El proceso penal que se le sigue por lavado de activos y crimen organizado la condenaría a más de treinta años de cárcel. Así lo ha pedido la fiscalía. Por el contrario, si es elegida presidenta no podría ser procesada y quedaría protegida durante los cinco años de su mandato y se libraría de la cárcel. Por eso, Keiko Fujimori hará todo lo posible por llegar al poder. Es su última oportunidad.

Podemos decir también que, una vez elegida, Keiko Fujimori hará lo posible para quedarse en el poder, puesto que, al terminar los cinco años de mandato nuevamente deberá someterse a la justicia. De manera que, la amenaza de perpetuarse en el poder, tal como lo hizo su padre, es una carta abierta y más real en el talante del fujimorismo que en cualquier otro partido. Además, en el poder, el fujimorismo tendría más herramientas para obstruir la justicia a su favor.

En lo que sí hay certezas es que, en cualquier cosa que haya hecho el fujimorismo, siempre ha habido un halo subrepticio, abusivo, manipulador, obstaculizador, delincuencial y corrupto. Es decir, el ejercicio del poder y de la política para beneficio de la dinastía, del partido y, especialmente, para evadir la justicia. Los ejemplos son varios y los hemos visto innumerables veces, por ejemplo, con los congresistas fujimoristas de hoy y antes. Keiko legitima todo eso. De esa manera, el concepto de la política y del ejercer política en el Perú se ha degradado con el fujimorismo.

Lamentablemente, hoy cabe la posibilidad de que esta forma de hacer política dirija nuevamente el Perú. Ojalá no sea así. La mentira, la soberbia y el miedo nunca podrían ser credenciales verdaderos de un gobierno en un país democrático. La historia nos ha demostrado que el fujimorismo hace más daño que bien al Perú. Lo polariza y lo empobrece moralmente en medio de una impunidad naturalizada. Todo lo que toca lo ensombrece. Keiko es producto de ello. Por ello, está en nuestros votos decidir qué país queremos hoy y para el futuro.