#ElPerúQueQueremos

Y mientras tanto…

Christian Reynoso

Publicado: 2021-06-22

El show debe seguir. Benditos peruanos y peruanas que estamos acostumbrados al show de la política chicha peruana y a sus adalides de manos sucias y limpias. Hablan, prometen, firman papelitos y se codean entre ellos, con sus frescuras y conchudeces; con sus impunidades y lavadas de cara. Aplaudimos desde nuestros balcones o nos faltan dedos para el whatsapp; o nos indignamos y salimos a las calles con nuestros carteles; o preferimos guardar distancia y solo reírnos con los memes políticos. Mientras tanto, el país sigue cogido del cogote por una banda de rufianes con nombre propio, que no son de ahora, son de siempre, convertidos y reconvertidos.

El Bicentenario, y su afán celebratorio en medio del caos, parecía que iba a ser reivindicado (al menos) por el hombre del sombrero. Tal vez una suerte de justicia histórica después de doscientos años de desigualdad social y exclusión. El año no podía ser más simbólico. ¿Ya era tiempo? Un cambio de mirada, que invariablemente iba a llegar en algún momento, porque el cansancio cansa y reclama. El campesino, el rondero, que llegó a ser profesor, premunido de un lápiz, con la inmensa tarea de escribir un nuevo capítulo de la historia (¿nuestra historia?, ¿la historia de todos los peruanos?) si logra saltar la pesada reja de Palacio.

Benditos peruanos que avalan (balan) la impunidad, la corrupción y la infamia, con tal de preservar sus privilegios y burbujas real maravillosas en las cinco cuadras de sus barrios. El Perú. Peruanos de barrios en los que se atemorizan con un rayo, un trueno y una lluvia continua. Pero bajo el sol, la playa y las calles caminan desorientados cuando los llevan a marchar contra el cuento que los hace saltar de la cama, cual pesadilla en Elm Street. El comunismo. Los rojos. Los resentidos. El Perú. Entonces el terruqueo ignorante se vuelve en discurso válido para sostener mi diferencia contigo y hacerte responsable de lo mal que vamos.

Y mientras tanto… el show debe seguir. Las figuritas de viejos álbumes salen a dar clases de democracia, libertad, justicia, pero ya no sirven de tanto pegar y despegar. En la otra tienda esperan que se venden álbumes en blanco, sin rostros o con los rostros de todos y todas, para sentirse peruanos presentes y seleccionados en la colección (no en la selección vendida). Y mientras tanto el virus no cesa y seguimos buscando como locos camas UCI o enterrando a nuestros muertos, y mientras tanto la señora ley está pintada, y mientras tanto seguimos esperando…


Escrito por

Christian Reynoso

Escritor y periodista peruano. Magister en Literatura Hispanoamericana. Autor de novelas y libros de investigación y ensayo.


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