Hace un año, el 9 de noviembre de 2020, el entonces presidente Martín Vizcarra fue vacado por incapacidad moral permanente, por haber recibido supuestos pagos en su gestión como presidente regional de Moquegua. Estábamos a escasos cinco meses de las elecciones presidenciales, y el Congreso no desaprovechó la ocasión. Se produjo así una crisis política que se agudizó los siguientes días, pese a encontrarnos en el contexto de la pandemia. Ese día se contabilizaron 34,943 muertos y 923,527 casos de contagios.

Más tarde, vimos por televisión cómo el congresista de Acción Popular, Ricardo Burga, soberbio y envalentonado por la vacancia, en medio de declaraciones a la prensa, recibió un puñetazo en el pómulo. Carlos Ezeta, el muchacho puñetero, encarnó en ese momento la frustración y el desprecio que millones de peruanos y peruanas, especialmente jóvenes, sentían por la clase política. Empezó a gestarse lo que los días siguientes se llamó las protestas de la Generación del Bicentenario.

El 10 de noviembre, el presidente del Congreso, Manuel Merino, asumió la presidencia de la República, en medio del descontento ciudadano. Merino no representaba a nadie y su investidura fue más bien de talante golpista disfrazada de constitucionalidad. Salieron a luz enseguida sus intentos confabuladores con altos mandos de las Fuerzas Armadas para hacerse del poder. Las marchas al centro de Lima y en todas las regiones del país no se hicieron esperar. Ántero Flores asumió el premierato. Días después tendría un papel vergonzoso como premier desinformado de lo que ocurría en el país.

El 13 de noviembre, Perú perdió ante Chile dos a cero. El sábado 14, en medio de las marchas de protesta en el centro de Lima, fueron asesinados los jóvenes Inti Sotelo Camargo (24) y Bryan Pintado Sánchez (22), por las fuerzas del orden. Merino no dio la cara. Varios de sus ministros empezaron a renunciar. El 15, se realizaron marchas en todo el país. La permanencia de Merino en el cargo era insostenible. En la plaza San Martín entre pifias, arengas y aplausos, junto con mi bicicleta, escuché la noticia de su renuncia. El 16, Francisco Sagasti fue elegido como nuevo presidente. Así es el Perú.