#ElPerúQueQueremos

Julius hace preguntas al mundo

Christian Reynoso

Publicado: 2021-11-16

¿Qué significa tirar?, le pregunta el pequeño Julius a Carlos, el chofer, mientras van en el coche por las calles de Lima, la Lima de los años cincuenta y sesenta. Carlos no sabe qué responder. Solo atina a decir qué rápido estás creciendo, Julius. La pregunta tal vez supone el término de la inocencia del niño, el fin de la infancia y el comienzo de un nuevo mundo a enfrentar lleno de curiosidades, preguntas y emociones que irán configurando su personalidad como parte del proceso de aprendizaje más allá del palacio ideal.

La reciente película de Rossana Díaz Costa (Lima, 1970) “Un mundo para Julius”, en la que podemos ver la escena descrita, e inspirada en la novela homónima de Alfredo Bryce Echenique (Lima, 1939), es en principio una forma de homenaje elegante a su autor y al papel que ha tenido la novela en la literatura peruana e hispanoamericana desde su publicación en 1970. Mostrar el retrato de las clases altas limeñas en diálogo a la vez que oposición con la pobreza del país, y que hoy sigue tan actual como antes.

Pero Díaz Costa también asume su propia lectura y con los elementos propios del cine, opta (y arriesga), en mi opinión, por una narrativa que nos acerca al imaginario y a la problemática de un niño que vive en medio de un contexto extranjerizante, opulento y frívolo, pero marcado especialmente por la muerte, el racismo, la violencia sexual y la soledad. De esta manera, al poner en relieve esta mirada se interpela al espectador y se contrapone la estética literaria con la cinematográfica. Los sollozos que Julius escucha (y con él los espectadores) al otro lado de la habitación cada vez que la empleada Vilma es abusada, dan una idea de ello.

Es posible que muchos lectores de Bryce se inquieten por la no representación de algunos pasajes y personajes de la novela, como por ejemplo aquel maravilloso momento en que Julius departe con los peones en la construcción y toma un vaso de cerveza y comprende cuántas cosas. Pero claro está que no se le puede reclamar nada, pues el filme mantiene su autonomía y nos presenta una nueva lectura de la novela y del país. La secuencia final, como el vuelo silencioso de alguna ave con ojo zahorí, acaso puede ser la conclusión o más bien la metáfora de que los abismos siguen presentes en el Perú. Julius lo sabe.


Escrito por

Christian Reynoso

Escritor y periodista peruano. Magister en Literatura Hispanoamericana. Autor de novelas y libros de investigación y ensayo.


Publicado en