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45 años: Rondas campesinas del Perú

Christian Reynoso

Publicado: 2021-12-28

Las rondas campesinas del Perú, hoy que el presidente del país es un rondero, han tenido una especial atención desde la toma de mando de Pedro Castillo. Nunca como antes se les ha prestado atención tanto en los medios limeños como en los regionales. Pues, normalmente, las rondas eran asunto del campo, de aquello que está lejos de nuestra ciudad de cemento, y solo eran noticia cuando se propalaba algún exceso que cometían en el propósito de impartir la llamada “justicia comunal” que practican. Pero de hacer una aproximación seria a la ronda, nada.

La organización rondera en el Perú cumple 45 años de vida este 29 de diciembre, desde que surgió la primera, en 1976, en el centro poblado de Cuyumalca, distrito y provincia de Chota, en la región Cajamarca. La ausencia de protección estatal frente al abigeato y la delincuencia obligó a los campesinos a idear y establecer una forma de organización comunal que derivó en la ronda. Poco a poco fue institucionalizándose en sus prácticas de protección y vigilancia hasta perfilar una nueva manera de administrar justicia de acuerdo a sus usos y costumbres.

Entonces las rondas comenzaron a extenderse por todo el Perú. En Puno, por ejemplo, se crearon en 1987, en el distrito de Crucero, provincia de Carabaya; y han sido desde entonces actores importantes en la toma de decisiones de sus jurisdicciones y en la resolución de conflictos de orden social, comunal y familiar. En los años 90, un sector de las rondas asumió una labor como Comités de Autodefensa para luchar contra el terrorismo. De esa experiencia aprendieron prácticas paramilitares, por ello que hoy en sus famosos “encuentros ronderos” prime una lógica castrense que es aceptada por todos.

Las rondas también han servido como tribuna política para sus integrantes, quienes con todo derecho han candidateado a cargos públicos. En los últimos años se ha fortalecido la presencia de las mujeres ronderas, pues aunque pueda percibirse un comportamiento machista al interior de las rondas, es loable el cambio de mirada. Hoy muchas ronderas ocupan cargos dirigenciales. Y si bien, en ocasiones, las rondas han sido cuestionadas por extralimitarse en sus funciones y asumir posturas radicales por ejemplo frente a la homosexualidad, en general son mayores los aciertos y la importancia de su presencia en el ámbito rural del país.


Escrito por

Christian Reynoso

Escritor y periodista peruano. Magister en Literatura Hispanoamericana. Autor de novelas y libros de investigación y ensayo.


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