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Viajar y llegar en tiempos de Dina

Christian Reynoso

Publicado: 2023-01-31

El 8 de enero debía tomar un vuelo Juliaca - Lima, pero las manifestaciones contra el gobierno de Dina Boluarte desde el día 4 en que acabó la tregua y los posteriores enfrentamientos con la policía, produjeron el cierre del aeropuerto Inca Manco Cápac. El 9 de enero los enfrentamientos en Juliaca dejaron 17 civiles y un policía muertos lo que empeoró la situación. Paro general, carreteras bloqueadas, aeropuerto inhabilitado, vuelos cancelados, gobierno oídos sordos, indignación.

Dos semanas después, urgencias de salud me obligan a tener que viajar a Lima. A cualquier costo. El primer paso es ir en auto de Puno a Arequipa para tomar el vuelo Arequipa – Lima. Hay más posibilidades de viajar desde esta ciudad que desde Juliaca. Se corre la voz de que los fines de semana las carreteras se desbloquean por horas y se puede pasar. Algunas personas ofrecen el servicio de manera particular a un costo de 120 a 200 soles por persona. Advierten que el viaje puede demorar mucho más de los normal (que es 5 horas) y que hay que ir por carreteras alternas. Yura, la entrada a Arequipa, también está bloqueada.

Con Moisés, mi cuñado, hacemos el viaje por nuestra cuenta. Salimos en la madrugada del sábado y sorteamos el primer bloqueo, fuera del radio de Juliaca, pero a poco de llegar a Cabanillas, poco antes de la mitad del recorrido, el bloqueo es insalvable. No hay ninguna oportunidad ni forma de negociar con los manifestantes. Debemos dar media vuelta. Otro tanto de vehículos hace lo mismo. Lo intentamos nuevamente en la noche del mismo día con igual resultado. Solo queda esperar el siguiente fin de semana, tal vez tengamos más suerte. Esta vez lo logramos, pero a un costo cargado de incertidumbre y horas de espera.

Partimos en la noche. El primer bloqueo a la altura de Huataquita, antes de llegar a Cabanillas, nos obliga a esperar hora y media. Hay más de cuarenta vehículos entre autos, minivans y camiones, que van sumando. En la medida que más tiempo pasa, los conductores más se exasperan, lo que los lleva a organizarse para ir a demandar el paso a los manifestantes junto con todos quienes esperamos. Llueve. La oscuridad asusta. Los manifestantes al mando del bloqueo fuman y nos dirigen la luz de sus linternas en los rostros. Cada quien expone sus ideas en demanda de paso. Queda sentado, ante todo, que compartimos el ideal del paro y la indignación frente a los muertos y el pedido de renuncia de Boluarte. “No nos presionen”, dice el líder de los manifestantes. “De pasar, van a pasar”. “¿En cuánto tiempo?”. “No lo sabemos, deben esperar”. “Ya llevamos cerca de dos horas”. “Un par de horas más”. Los ánimos se caldean. Más oscuridad, más cigarrillos, más lluvia. Se retoma el diálogo. “Media hora”, se acuerda finalmente.

Pasado el primer bloqueo avanzamos unos kilómetros más y antes de llegar al sector de Aychuyo un nuevo bloqueo se levanta. Unos diez manifestantes, la gran mayoría mujeres, tienen una actitud más radical. Barricada, fogata, hollín, banderas del Perú, banderolas contra Dina y el gobierno, un camión estacionado a modo de muro de contención, rostros amenazantes, linternas, cigarrillos y pantallas de celular que se prenden y apagan. A ratos, la lluvia. 

La espera y la negociación se prolongan por tres horas y media, hasta que se decide abrir una porción de la pista, algo menos de medio carril, lo que permite apenas el paso de un vehículo. Viene a continuación el trabajo de los conductores de dirigir el tráfico de los vehículos de uno y otro lado que esperan ansiosos y poco les importa guardar orden con tal de ganar unos metros y sortear el bloqueo. Pugnas y riñas, mientras los manifestantes alimentan su fogata, impasibles. Alguien dice somos más de cien personas y podemos doblegar a los manifestantes y abrir la pista en su totalidad, pero nadie se atreve. Llegamos a Arequipa. El viaje ha durado seis horas más de lo habitual, allá en los tiempos en que Dina no estaba en el gobierno.


Escrito por

Christian Reynoso

Escritor y periodista peruano. Autor de las novelas: "La tempestad que te desnuda", "El rumor de las aguas mansas" y "Febrero lujuria".


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