Los Mirlos en el cine: cumbia y selvaverde
Christian Reynoso
Cada quien hace su destino, dice Jorge Rodríguez Grández, en “La danza de Los Mirlos”, el documental-película recientemente estrenado en los cines peruanos, dirigido por Álvaro Luque, que cuenta la historia de la famosa agrupación de música amazónica, oriunda de Moyobamba (San Martín), Los Mirlos. Jorge sustenta así la trayectoria de la agrupación que fundó sobre la base de la dedicación, el deseo de conseguir un sonido propio, el riesgo y la creencia de que había un destino y un sueño que cumplir: para ello había que escuchar el latir del corazón y trabajar con convicción. Los Mirlos.
La historia comienza en los años sesenta en la tienda El poder verde de don Gustavo Rodríguez, sastre, aficionado al acordeón y padre de los fundadores de Los Mirlos. Allí, Jorge y su hermano empezaron sus primeros ensayos bajo el nombre Los Saeta. Luego vendría la influencia de Enrique Delgado, guitarrista de Los Destellos, quien daría las pautas para el toque característico de la guitarra de Los Mirlos. Gilberto Reátegui empezaría a componer las que serían las canciones más aclamadas de la agrupación, en su primera época. Luego, sería la conquista de Lima y su primer concierto en la capital en 1973, lo que daría pie a la producción de discos bajo el sello discográfico INFOPESA, de Alberto Maraví (que jugaría un papel fundamental para el desarrollo de la cumbia en el Perú). Desde entonces todo sería ascenso para Los Mirlos.
El documental-película propone una línea de tiempo a partir de la mirada y testimonio de Jorge Rodríguez Grández y el valioso material audiovisual que registró de los viajes, conciertos y trayectoria de Los Mirlos desde sus inicios hasta hoy. Jorge dice que, si no hubiera sido músico, hubiera sido cineasta. A este material se suma las opiniones de investigadores de la cumbia en el Perú, y la valoración de músicos y compositores del mundo que han versionado en distintos ritmos sus composiciones. Al terminar de ver el filme, sin duda se sale bailando del cine.
Los Mirlos le han dado a la selva amazónica peruana un sonido característico y reconocible (o tal vez sea al revés). En todo caso, es un sonido sobre todo instrumental que contagia y que invita al movimiento psicodélico, mejor aún con cerveza, calor e indanachado. Canciones como “La danza de los mirlos”, “Sonido amazónico” y “Lamento en la selva”, se han convertido en himnos de ese sentir y color verde. Hoy Los Mirlos siguen adelante con Jorge a la cabeza y Danny Jhonston, uno de los guitarristas originales quien ha asumido la composición y el toque especial del sonido. Junto con ellos, una nueva generación de músicos jóvenes, entre ellos el hijo de Jorge, siguen la senda. Hay mirleada para rato. Vayan al cine.
Escrito por
Escritor y periodista peruano. Magister en Literatura Hispanoamericana. Autor de novelas y libros de investigación y ensayo.