El 25 de junio de 1994, hace treinta años, se realizó el primer concierto de música metal en la ciudad de Puno. El concierto se denominó “Gran Devastación” y tuvo como fondo a la banda arequipeña de death metal, Fosa Común. Aunque en el flyer se anunciaron las bandas locales Hostia y Sétimo Día, de hard rock, compuestas especialmente por viejos rockeros puneños, y de las que solo tocó la primera, estas bandas no tuvieron luego ninguna trascendencia en el devenir metalero puneño.

Hoy, en perspectiva, este concierto puede considerarse como el punto de partida con el que echó a andar y se formó la escena metalera en Puno. Fue organizado por “Posesión Satanic”, como se lee en el flyer, un grupo de amigos que ya escuchaban este tipo de música desde años antes. El concierto se realizó en un deslucido local en el que antaño se realizaban fiestas, conocido como la Casa de Pizarro, en una zona periférica de la ciudad, y que con el tiempo se haría famoso por cobijar numerosos conciertos metal.

A partir de este concierto, se consolidó en Puno el “movimiento”, la “escena underground”, la “escena subterránea”, “la escena metal”; vale decir, la escena propiamente de música metal con una continua actividad que involucró la organización de conciertos, la creación de bandas, la grabación de producciones musicales aunque escasas y amateur, la publicación de fanzines, el intercambio epistolar con el resto del Perú y el extranjero, además de las relaciones que se entablaron con bandas y metaleros de Arequipa, Tacna, Cusco, Lima, Bolivia y la parte norte de Chile.

Estos son algunos fragmentos de “Levántate y pelea. Metal en Puno y el sur peruano (1994-2004)” (Ediciones Altazor, 2024), mi más reciente libro que intenta identificar al mismo tiempo que interpretar los rasgos principales del inicio y la posterior conformación de la escena metal en el sur peruano, en general, y, en particular, en Puno y Juliaca, con sus aciertos, dificultades y tensiones que, como todo movimiento heterogéneo, juvenil y subterráneo, experimentó hasta adquirir forma y personalidad.