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Agua de coco

Christian Reynoso

Publicado: 2024-08-20

Tomar agua de coco es como un deporte nacional en Tarapoto. No solo por la facilidad con la que se consigue en mercados, restaurantes y lugares dedicados exclusivamente a su venta, además de la oferta disponible en manos de vendedores ambulantes, sino porque en el imaginario local esta bebida es dueña de diversas características que aportan beneficios a la salud. Dicen que funciona como suero natural, diurético, purificador de la sangre, digestivo, rehidratante, rejuvenecedor, y como todo cuanto se quiera si se tiene fe. Y mejor si es agua de coco tierno.

Pero, en verdad, no hay nada más gratificante cuando se está en medio del calor sofocante, y se busca un respiro en un lugar fresco, que beber una agua de coco. Al coco se le hace un agujero, a tajo de cuchillo, en el que se inserta un sorbete. Mientras más helado heladito el coco, mucho mejor. También es posible beber el agua de coco en una gran variedad de batidos y preparados junto con otros ingredientes como miel y algarrobina. Y hay quienes se atreven a hacer ceviche con jugo de coco en vez de jugo de limón. La selva.

Si eres de los que no le gusta desperdiciar, puedes comer la pulpa blanca y aromática del coco una vez saciado el jugo. Para ello, parten el coco del que has bebido y con la ayuda de una cuchara la pulpa será tuya. No hay pierde. Si no estás satisfecho y quieres llevar a casa agua de coco, te la vierten en botellas descartables de uno o más litros. Eso sí, si las destapas debes beberlas, sin más alternativa. Al día siguiente, por más que la refrigeres, el agua de coco estará picada.

Cococenter es desde hace cerca de veinte años, el lugar más concurrido en Tarapoto adonde la gente va a tomar agua de coco. Su arquitectura semejante a una cabaña acoge a los visitantes. Varias gigantografías anuncian las propiedades de la fruta y publicitan las bebidas que ofrecen. Las dependientas, siempre mujeres jóvenes, están ataviadas de shorts y mandiles, y con cuchillos a la mano, listas para cortar los cocos. Pero Cococenter tiene asimismo el “Cocomuseo”. Un museo un tanto particular: las piezas que exhibe son vaginas y penes hechos de coco; y grandes animales y seres diseñados con los tallos de las palmeras cocoteras y las cáscaras. Esa es otra historia.


Escrito por

Christian Reynoso

Escritor y periodista peruano. Magister en Literatura Hispanoamericana. Autor de novelas y libros de investigación y ensayo.


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