Allá de las nubes: Jorge Flórez Áybar (1942-2025)
Christian Reynoso
La reciente muerte de Jorge Flórez Áybar, ocurrida en Puno, pone de luto la literatura peruana. Flórez Áybar transita ahora más allá de las nubes y deja como legado una escritura honesta mediante los diversos libros de poemas, cuentos, novelas y crítica que publicó desde fines de la década del sesenta. Deja también como ejemplo una postura iconoclasta ante las convenciones y normas que, en algunas ocasiones, lo llevó al ostracismo. “Un problema que tengo, es decir siempre la verdad y esto me ha traído inconvenientes. A veces, creo que es mejor callar, o mejor, encerrarse en los cuarteles de invierno, como lo hago estos últimos años”, me confesó.
Jorge Flórez Áybar nació en Puno en 1942. Hizo sus estudios universitarios en Cusco, ciudad en la que empezó su vocación literaria a la vez que ejerció el periodismo. A su regreso a Puno, en los ochenta, se dedicó a la docencia en colegios, institutos y en la Universidad Nacional del Altiplano, de la que cesó por voluntad propia en 2010. Ocupó algunos cargos públicos como regidor de la Municipalidad de Puno (2011-2014), y dirigió revistas literarias como “Apumarka”, la de más larga data. En los años ochenta junto con Feliciano Padilla (1944 -2022) y otros escritores, entre ellos Luis Gallegos (1919-2020), consolidaron el llamado Grupo Titikaka que renovó y dio un nuevo impulso a la narrativa puneña con una perspectiva de modernidad y una marcada distancia del costumbrismo.
“Obaydina”, en 1969, fue su primera plaqueta de poemas a la que le siguieron otras, reunidas en el libro “Las huellas del tiempo” (2000). En 1987, publicó “La tierra de los vencidos”, su primer libro de cuentos que junto con otros posteriores se reunieron en “La danza de la lluvia” (2001). “Mas allá de las nubes” (1999), fue su primera novela, a la que siguió “La agonía de Kamáchik” (2009). En crítica publicó: “La novela puneña en el Siglo XX. Una propuesta de periodización de la literatura en los Andes” (1998) y “Literatura y violencia en los Andes” (2004), en los que revisó una serie de novelas puneñas desconocidas hasta entonces, al mismo tiempo que hizo una crítica a la crítica de categorías occidentales. Entre sus libros recientes se cuentan “Dile que me estoy muriendo” (2015, poesía), “El evangelio según Gamaliel” (2021, crítica), entre otros.
Alexander Petrova es uno de los personajes más recordados de Flórez Áybar que aparece en sus cuentos y en su primera novela. Una suerte de alter ego, pero en suma un personaje escindido entre la violencia y la situación política del país en los años ochenta y noventa, que abraza la búsqueda de un entendimiento social y cultural. Así, la obra de Flórez Áybar es una permanente reflexión sobre diversos tópicos como el problema de la identidad, la obsesión por la muerte, la mirada al mundo andino desde una visión política y contemporánea. Pero hace falta todavía un estudio integral de su obra y pensamiento. “Escribir en los Andes no es un oficio sino una misión”, me dijo, “que nos servirá para encontrar nuestra identidad individual y colectiva”.
Sean estas palabras un homenaje a Jorge Flórez Áybar, a su amistad y al aprecio que compartimos. Mi sentido pésame a su familia desde esta columna.
Escrito por
Escritor y periodista peruano. Magister en Literatura Hispanoamericana. Autor de novelas y libros de investigación y ensayo.